miércoles, agosto 10, 2005

Lola Hoffmann

Lola Hoffmann (Dra.Helena Jacoby de Hoffmann) nacida en Lituania y radicada en Chile desde 1940. Lola Hoffmann fue fisióloga y discípula de Carl. G. Jung estudió con Jolande Jacoby en el Instituto Jung de Zurich.
Lola Hoffmann empezó a tratar a sus pacientes con las teorías de Jung al inicio de la década del sesenta. Ella hizo grandes cambios al difundir esas teorías a un numero significativo de personas en Santiago de Chile.Lola Hoffmann falleció en 1988 a la edad de 84 años y hasta hoy es recordada por cientos de personas que piensan que sus conocimientos son un legado de amor y sabiduría para futuras generaciones.
ESCRITOS DE LOLA HOFFMANN
"El Principio del Fin del Patriarcado"
(Entrevista hecha a Lola Hoffmann para la revista CLAN, por Malú Sierra.)


Sería difícil imaginar que esta mujer de 77 años, de apariencia frágil, silenciosa, amable, es una gran innovadora. Una líder cuya fuerza está en el halo de bondad que la circunda. En la sonrisa que a veces se vuelve suavemente burlona. Y en la palabra.
No le gusta aparecer en forma pública. Su estilo es de persona a persona. Así ha transmitido a generaciones de mujeres lo que ella aprendió sobre la vida. Una experiencia, un conocimiento y una intuición que hoy quiere transmitir masivamente porque ya está maduro el tiempo -piensa- para decir con certeza que estamos en el comienzo del fin del patriarcado. Y que eso significa, sin duda, un cambio fundamental en los valores y en la vida del hombre contemporáneo.
Se podría decir que es una feminista, siempre que eso se entienda como es: nada de antimachismo militante ni de rabia más o menos disimulada. Para Lola Hoffmann el fin del patriarcado es el renacer de la humanidad. El fin de un pecado original que durante seis a siete mil años ha impedido al hombre y a la mujer ser lo que de verdad son: una trinidad. Cada uno Padre, Madre, Hijo. La misma trinidad de Dios, que no es sólo Dios Padre, como lo presenta la patriarcal tradición judeo-cristiana.
También la moderna teología, como la antropología, la paleontología, la arqueología, la filosofía y otras disciplinas del conocimiento, se están preocupando en este momento de este fenómeno que Lola Hoffmann llama el fin del patriarcado. El padre Leonardo Boff, teólogo brasileño de gran prestigio, dedica su libro "El rostro materno de Dios" a replantear el tema de lo femenino. A rebatir la idea de teólogos como Santo Tomás que decía que "la mujer está por naturaleza sometida al hombre, ya que el hombre por naturaleza posee mayor discernimiento racional".
Comentando las reivindicaciones de la mujer "para que se la reconozca como persona y se la acoja en su diferencia propia, sin pensar en privilegios ni tolerar el dominio de uno sobre el otro", en teológico lenguaje Boff afirma que "todo parece indicar que estamos asistiendo a la aparición de uno de los arquetipos más decisivos del inconsciente colectivo de la humanidad: el arquetipo del Anima (lo femenino) en sus múltiples manifestaciones. Solamente tras millares de años brota semejante irrupción. Resulta un auténtico viraje. El hombre (varón y mujer) se autointerpreta de nuevo; Vuelve a definir sus relaciones con los demás, dentro del marco institucional de los poderes y como imagen de Dios".

Su Propio Despertar
Y por este tema apasionante Lola Hoffmann acepta salir de su refugio. Su nombre completo es Elena Jacoby y acaba de quedar viuda del doctor Francisco Hoffmann, una eminencia en el campo de la fisiología y del humanismo. Ella es letona de nacimiento pero de Letonia salió hace casi sesenta años para terminar sus estudios de medicina en Alemania. Allá conoció al médico chileno, se vino a Chile, se casó, tuvo dos hijos, Adriana y Francisco, y junto con su marido trabajó en el Instituto de Fisiología.
Pero a la mitad de la vida, cuando viene el tiempo de la gran transformación -ella la llama la "metanoia"- aceptó el cambio que, entre otras cosas, la sacó de la fisiología para convertirla en psiquiatra. Dejó en el laboratorio su afición por la célula y empezó a amar el alma humana.
Primero trabajo con la suya propia y después con la de otros. Entró a trabajar con el profesor Ignacio Matte Blanco quien la guió por el camino de la psiquis. De los mitos y los males que marcan la infelicidad de hombres y mujeres. Los mitos y males que tienen su raíz -así lo entendió después- en esta forma de vida que se llama patriarcado.
Su tarea, desde entonces, ha sido ayudar a hombres y mujeres a transformarse en personas completas: padre, madre, hijo. O al menos a intentarlo. "No podemos seguir siendo sólo un tercio de nosotros mismos"- dice. Incansablemente estudiosa, Lola Hoffmann lee, subraya, saca apuntes, para saber más y para ayudar más a la gente que busca su ayuda. Según ella "mostrarles que la estructura patriarcal no corresponde a la naturaleza del ser humano liberó a muchas mujeres".
Entrevista
Usted dice que estamos a las puertas del fin del patriarcado y de todos los valores introducidos por él. ¿Cuándo y por qué lo entendió así?
"La primera vez que oí hablar de esto fue durante mis conversaciones con el escultor y poeta Totila Albert. Yo estaba convencida que así era la naturaleza humana: que la mujer era más tonta que el hombre, más débil, dependiente, incapaz de organizar nada -una aldea, una ciudad, un país- que tiene que ser objeto sexual del hombre, el que insiste en la virginidad prematrimonial. Según el hombre esto es un mandamiento de Dios. Nunca me había preguntado por qué. Pero en estas conversaciones Totila me habló con mucha pasión y gran convencimiento de que este concepto del rol de la mujer no correspondía a la naturaleza del ser humano sino que era algo relativamente moderno. El había leído y estaba en antecedentes de las últimas investigaciones científicas pero sobre todo tenía una intuición clara del asunto, derivada de una experiencia mística. Durante esta experiencia había tenido la certeza de la trinidad dentro de sí, acompañada de una indescriptible dicha y una sensación de totalidad que lo orientó durante toda su vida. Entonces empezó a buscar todas las evidencias que muestran que el ser humano es tal como él fue durante esos cuantos minutos: Padre, Madre e Hijo. Y comenzó a desarrollar conscientemente en sí mismo esos principios. Se permitió ser Madre; se permitió ser Padre. Y desarrollar también todas las potencialidades que son características de esos principios."
Nuestra Trinidad
"Totila Albert se preguntaba: ¿Qué es lo que tienen en común todos los seres humanos? Y respondía: su estructura interior y exterior, dada por la naturaleza, de Padre, Madre e hijo. Cada hombre es una trinidad. Ya en el huevo fecundado, decía, se encuentran preformados estos tres elementos -las tres capas embrionarias que se llaman hojas blastodérmicas- que corresponden, cada una, a los tres principios esenciales.
De la hoja exterior -el ectoderma- se desarrolla todo el sistema nervioso y los órganos de los sentidos. Este es el principio paterno, que tiene como función la conexión con el mundo."
"De la hoja que mira hacia el interior del huevo -el endoderma- provienen los órganos internos, o sea todo lo que tiene que ver con la alimentación. Este es el principio materno, y lo que lo caracteriza es la capacidad de alimentar, de dar de su propia sustancia, y -además- de despedir al hijo entregándolo a la vida y dándole libertad para su desarrollo."
"Entre el ectoderma y el endoderma se forma una tercera capa embrionaria -el mesoderma- que da posteriormente origen al sistema óseo y muscular, o sea todo lo que tiene que ver con el movimiento. De mesoderma se forma, además, todo el aparato circulatorio (que tiene que ver con la emoción) y las glándulas sexuales (que dan origen al amor). Movimiento, emoción y amor son funciones filiales. El principio filial es el Yo."
"Pero en toda la historia conocida el equilibrio de los tres componentes ha sido perturbado por la toma del poder absoluto del principio paterno. Es el patriarcado en el cual estamos aún enredados atávicamente. El principio paterno ha usurpado la Tierra. Fracasamos en nosotros mismos porque no desarrollamos armoniosamente los componentes maternos y filiales. A consecuencia de una educación patriarcal de más de seis milenios, estamos forzados a aceptar las valorizaciones trastocadas como si fueran verdades. La naturaleza del hombre ha sido violentada."
¿Y cómo hemos llegado a este estado de cosas?
En su mesa de trabajo están los inmensos libros de Morgan, Bachofen, Bornemann, arqueólogos y antropólogos que interpretaron los hallazgos del paleolítico, del mesolítico y del neolítico desde el punto de vista de las diferencias, similitudes y relaciones entre los sexos.
"Se ha descubierto, por ejemplo, -cuenta- que en el paleolítico y en el mesolítico hombres y mujeres eran igualmente fuertes. No había diferencias de tamaño ni de diámetro en los huesos de ambos sexos. Esto significaría que no había división del trabajo; que ambos realizaban el mismo tipo de trabajo.
"Antes del neolítico -dice- no se conocía el nexo entre emparejamiento y procreación lo que hacía que el linaje siguiera la línea materna. Esto confería a la mujer un status social sumamente alto y en muchas partes era adorada como diosa."
"Hombre y mujer -continúa Lola Hoffmann- tenían el mismo nivel hasta el invento del arado, que se supone es un invento masculino. La tierra era venerada como madre, que proveía a todos en forma generosa y equitativa por lo que la idea de herir profundamente algo venerado no puede proceder de un ser de sexo femenino sino de uno que tiene un órgano sexual hecho para penetrar. Restos de arado, junto con restos de armas aparecen recién en el neolítico, entre seis y siete mil años atrás."
"Con el arado la población aumentó en forma muy rápida, a causa de la mejor alimentación. El grano, que es un alimento bastante completo, hizo menos necesario que el hombre se fuera lejos, en pos de caza mayor. La convivencia entre hombre y mujer se torna mucho más íntima y recién entonces el hombre descubre su papel en la procreación. Esto -continúa Lola- debe haber excitado y producido un efecto psicológico inmenso sobre el varón. Es aquí donde nació la palabra mío: "mi hijo", "mi mujer". Para asegurarse que sea "mi hijo" la mujer por supuesto tiene que ser virgen en el momento de tomarla y durante la convivencia toda relación sexual con otro hombre tiene que ser castigada con el apedreamiento."
"En ese momento comenzó el patriarcado y de ahí para adelante el hombre reduce cada vez más a la mujer a la casa y a tres o cuatro de sus funciones biológicas. Así creyó proteger su propiedad privada."

El Mito de la Sirena
"Aburrida, reprimida sexual y espiritualmente, completamente vacía, la mujer desarrolla dos grandes vacíos: el vacío sexual y el vacío espiritual, razón por la cual se instala enérgicamente en la vida del hombre tratando de dominarlo y de explotarlo con el fin de llenar el vacío. Ese es el mito de la sirena, o de la "Femineidad", que provoca tanto sufrimiento. La sirena, cuyo norte es atraer al hombre, desde el ombligo para abajo es un pez: completamente fría. Femenina y frígida. Atrae al hombre pero no lo puede satisfacer, en cambio esta cola de pez hace que ella tenga que vengarse, hundiendo al hombre. Destruyéndolo. Sometiéndolo a su voluntad".
"Este mito de la "femineidad" -dice- seduce por igual a hombres y mujeres. A la mujer porque la "femineidad" le da poder sobre el hombre, que es el que tiene poder sobre el mundo. El asunto del poder -aclara- ella lo ha aprendido del patriarcado. Pero el drama es que su "triunfo" sobre el hombre es a costa de su propia persona. De no ser persona. Por su parte el hombre machista o patriarcal no le gusta la mujer persona y por lo mismo lo excita mucho la sirena. Esa que después intentará destruirlo..."
El patriarcado no es una "culpa" de los hombres solamente sino un fenómeno de vida que involucra a toda la humanidad. Así, dice Lola Hoffmann, la mujer trabaja en forma inconsciente en contra de sí misma y a favor del patriarcado. "Ella es el sostén máximo del sistema. Se la ha educado para desear sólo la familia, preocuparse sólo de sus hijos y crearle cierto confort a su hombre. Y nada más. Para que sea individualista, egoísta, encerrada en sí misma."

Los Signos de los Tiempos
Si las cosas han sido como han sido durante seis a siete mil años, ¿qué le hace pensar, concretamente, que están cambiando?
"Ya hace más de un siglo que la mujer empezó a protestar. Primero en una forma algo ridícula pero ya la primera sufragista tenía un concepto muy razonable y muy profundo de lo que es el ser humano. Que la mujer podía hacer perfectamente bien trabajos llamados masculinos, que podía pensar igual que un hombre, y que podía vivir como mujer soltera y conquistar un cierto status, lo que antes era imposible. Y al mismo tiempo que protestaban, algunas mujeres -unas pocas- empezaron a cultivarse: a pensar, a filosofar, a escribir, a trabajar."
Es la mujer la que se rebeló primero contra un estado de cosas y un sistema de vida que le acarrea grandes sufrimientos, explica Lola. "Pero el hombre tampoco lo pasa bien. Esto de que la mujer llene su vacío dominándolo, chantajeándolo, es una enorme carga para él también. Y para los hijos, en cuyas vida la mujer también se entromete negativamente. Todo esto ha llevado al matrimonio patriarcal a una tremenda crisis, que todos estamos viendo a nuestro alrededor. La pareja ya no resiste la dominación mutua."
¿Y qué solución le ve usted al problema de la pareja?
Aunque la mayoría está lejos aún de poder construir una sociedad basada en la equivalencia sexual, hay -dice- algunos adelantados que ya comprendieron el problema y que están intentando nuevas formas de convivencia. Todavía, piensa, no hay una solución al problema de la pareja. Pero la capacidad del ser humano de vivir sólo ha aumentado, "lo que es muy importante porque esa soledad prepara para una futura vida en pareja. La pareja sólo es posible de soledad a soledad, de integridad a integridad: no de necesitar apasionadamente a otro... y explotarlo".
Agrega que otra dificultad es que hay muy pocas mujeres que
-entrenadas en el sistema patriarcal- tratan de encontrar una nueva forma de educar a sus hijos.
¿Cuál diría usted que es el sufrimiento mayor en la pareja humana de hoy? ¿La causa principal por la cual las cosas tendrían que cambiar?
"El sufrimiento de hoy es la propiedad: "mi" marido, "mi" mujer. Esa palabra "mi" es el sufrimiento. El ser humano no puede ser propiedad de otro ser humano. Puede ser tremendamente generoso, tremendamente amoroso, pero no puede ser propiedad de otro ser y sentirse como tal".
¿Cuáles son los principales errores, derivados de ese "mi", que usted constata en las parejas?
"Lo que yo he visto en mi larga vida es que una proximidad exagerada en el espacio destruye el "eros".
Hay una sumación de pequeñas irritaciones, sobre todo de noche, al dormir en la misma cama, por ejemplo. Uno enciende la luz porque quiere leer y el otro quiere dormir. Esas pequeñas e inocentes irritaciones se suman, produciendo al día siguiente una terrible molestia. Hay que tener mucho cuidado con una proximidad exagerada. Cuando yo le propongo a una pareja, que casi se saca los ojos mutuamente, que separen dormitorios, de inmediato esgrimen que no hay más piezas y -sobre todo- que están acostumbrados y que no pueden dormir sin el otro. Yo llamo a ese fenómeno "adicción a la cama. Como el alcohol o la morfina. Una tremenda esclavitud. Por paradojal que parezca, se puede decir que mientras más separación haya en el espacio, tanto más cercanía espiritual".

El Sistema Se Defiende
"En una sociedad donde muchas mujeres aparecen haciendo cosas, e incluso ocupando cargos importantes, podría parecer que la visión de Lola Hoffmann no corresponde a la realidad.
"Claro que corresponde. Estamos hablando del trágico hecho de que la mitad de la humanidad no participa en el proceso creador. Con excepción de algunos millones. Pero ¡qué son dos o tres millones de mujeres creadoras! Y ni siquiera creo que haya tanto. En política, por ejemplo, nunca ha habido en los más altos cargos una mujer que haya defendido el derecho de la mujer. Son hombres casualmente nacidos mujeres, defensores del patriarcado y de todos sus errores."
"La idea de la dueña de casa feliz más bien pareciera que está renaciendo.
¿Cómo se explica?
La idea me parece que no es real, sino un invento de la publicidad. Esta vez se utilizó la herramienta del consumo para mantener a la mujer prisionera. El comercio se encarga de venderle un cuantuay porque ella, vacía como está, es la máxima consumidora. Llena su vacío con objetos."
Pero si uno le pregunta a una dueña de casa si le gusta su vida, responde que es muy feliz.
"No siempre ocurre así. Y pasa también que la propia mujer muchas veces no tiene conciencia de su infelicidad. No entiende por qué, pero el hecho es que siempre está cansada, aburrida, histérica, nerviosa. Y el drama se desencadena cuando los hijos crecen y se van de la casa. Entonces se siente que no es útil para nadie y que no tiene nada que hacer. Otro hito es cuando termina el período de ser objeto sexual para el hombre. De repente descubre que no es nada, que no tiene un "yo" aceptable para sí misma. Nuestra época pone un énfasis enorme en la juventud y no tenerla es una crisis feroz."
"El noventa por ciento de las mujeres que llegan a mi consulta sufren depresión y angustia, consecuencia de una vida frustrada, lo que produce una tremenda agresividad. Como es imposible dirigir está agresividad contra la familia, que uno tiene que amar, la dirigen contra sí mismas. Y una persona triste, sin impulso, sin vida, no puede agredir. Se asegura de no poder agredir y no tener así una culpa adicional, y entonces se agrede a sí misma y se muere en vida. Pierde el interés por todo, se dedica a jugar a las cartas y otras actividades sin sentido, y yo he conocido algunas que se metieron a la cama y no salieron más de allí."
¿Cómo pueden romper estas mujeres con su vida mediocre?
"Decidiéndose a trabajar. Y trabajar por los demás. Introduciéndose en el mecanismo de la cultura. Y esto no es un tema de feministas sino que está en la naturaleza humana: participar en la creación."
¿No basta la creación de tener hijos?
"Sin duda que es una creación. Pero, por ejemplo yo, amo profundamente a mis hijos; sufriría tremendamente si les pasara algo. Pero no son el centro de mi interés y sobre todo ellos no desean serlo. No me meto en la vida de ellos. Ellos viven su vida y yo por supuesto que gozo con todo lo que hacen pero me niego a tomar el rol de la abuelita feliz como centro de mi vida."
¿Y qué pasa cuándo son más chicos?
"Yo estoy segurísima que las mujeres dan demasiados cuidados, demasiada protección a sus niños. Se ha demostrado hoy en día que la dedicación exclusiva de la madre al niño en su primera infancia no redunda en provecho para su desarrollo. Al contrario. Mientras más personas con las que el niño se relacione, tanto más normal y sin mayores conflictos resultará su vida. Decididamente son los padres en la mayoría de los casos los focos de las enfermedades psíquicas más graves."
"Al principio femenino pertenece antes que todo el alimentar física y espiritualmente. Pero hay también otro elemento que hasta ahora la mujer no ha asumido y hecho suyo, que es dar libertad. Soltar. Hay que tener el valor de exponer al niño a tareas más o menos difíciles y no autoprotegerlo por egoísmo, por evitar el sentido de culpa si algo le sucede."

El Principio Del Fin
A pesar de las dificultades que el sistema y las mismas mujeres le ponen, el cambio está listo, según Lola Hoffmann, cada día son más las mujeres que toman conciencia y que están dispuestas -en primer lugar- a hacer distinta y mejor la relación de pareja.
"El espíritu del movimiento feminista ha cambiado mucho. Ya no se trata de luchar contra el hombre; por el contrario, la mujer le ofrece compañerismo y amistad. Y eso es lo más grande que le puede ofrecer. Lo que la mujer que ha entendido su propone es que se formen parejas en las cuales los dos tengan oportunidad de desarrollarse y desarrollar todas sus potencialidades. Y ayudarse mutuamente en este desarrollo."
¿Estaríamos entonces en el fin del patriarcado?
"En el principio del fin. El hecho de que las mujeres expresen eso y el hecho de que haya muchos hombres "feministas", que ven las francas ventajas para ellos de una relación verdaderamente humana con la mujer, muestra que lo que nosotros llamamos familia patriarcal está por terminarse."
¿Cómo sería la familia no patriarcal?
"Una familia en la que ambos puedan desarrollarse plenamente, sin interferencias. Sin egoísmos."
Usted dice que está sociedad patriarcal crea relaciones que causan un enorme sufrimiento a los seres humanos. ¿Cómo tendrían que ser, según usted, las nuevas relaciones?
"Tendrían que basarse en la amistad. Una enseñanza, como la que ya principia en los colegios mixtos, da la posibilidad de una profunda amistad entre los sexos, la que puede llegar a ser tan profunda que en los momentos más fuertes se mueva todo el eros y termine en una relación de pareja. Pero esta no es necesaria. La amistad entre un hombre y una mujer es tan satisfactoria, aporta tanta plenitud y tanta felicidad, que ni siquiera es necesaria toda la exageración sexual de esta cultura sexy que vivimos."
A Imagen De Dios
Para la doctora Hoffmann no cabe duda que todo está al revés en la sociedad y que el patriarcado es la base del pensamiento al revés.
"Nosotros no tenemos que pasarlo mal y hacerlo todo al revés. Al contrario, tenemos la obligación de ser perfectos, como Dios es perfecto. De realizar la imagen de Dios en nosotros, cada uno individualmente."
¿Por dónde empieza la salvación?
"La mujer empieza desde su angustia y no le queda otra que informarse. "¿Es cierto lo que me dijeron?" "¿Es cierto que Dios lo estipuló de esta manera?" "¿Es cierto que esta es nuestra naturaleza?". Principiar a cuestionar.
Herida como puede estar, este cuestionamiento se le puede volver una tremenda agresión contra ella misma, contra su pareja, contra el mundo.
"En la mayoría de los casos es así. Pero esto hay que sufrirlo no más. Hay que permitirse caer en crisis, sufrir la crisis con toda la amargura que ella produce, pero salir."
Para esta mujer de casi ochenta años, que nació cuando todavía no había ni radio ni televisión "este formidable invento de las computadoras y de todo el sistema de la informática" es la base de la salvación. "Es la posibilidad de la presencia de Dios en este mundo".
"Lo que pensamos aquí, en este momento, puede estar a veinte mil kilómetros de distancia en segundos, a disposición de muchas personas. Durante años sufrí con está idea: "¿Por qué no lo saben todos?". Por ejemplo: conflictos relacionados con la pareja, con el amor, con las relaciones padres-hijos, para los cuales hay solución. El problema era que se hacía imposible traspasar la información. Hoy en cambio hay tantos medios a disposición del hombre y tantas evidencias de que eso cambia rápidamente la mentalidad."
¿O sea que Dios está en la informática?
"Dios está presente. La informática era una nostalgia del hombre."
"El mismo Cristo dijo: "Vayan a todo el mundo y comuniquen la buena nueva".
Y eso ha tenido efecto en un tiempo y en un país donde no había informática tan genial y tan divinamente artificial como es la computación."
¿Es patriarcal el mensaje de Cristo?
"No. El es el único que, profesando una religión tan tremendamente patriarcal como la judía, entendía el fondo de eso y cuyo mensaje era el amor. La integración de las tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que representa el principio materno."


Extracto de entrevista con Renée Gewolb tomado del libro: Encuentros con Lola Hoffmann. Delia Vergara.
"Lo irreflexivo, lo cruel que ha sido el hombre con la naturaleza... "
"Yo estaba leyendo Ecología y con un inmenso dolor constataba lo irreflexivo, lo cruel que ha sido el hombre con la naturaleza. Los daños que ha producido el ser humano son irreparables. Empecé a estudiar un poco, a orientarme sobre armamento nuclear, y, por supuesto, también experimentaba un dolor inmenso. Y un día, vino una persona, me trajo unos papeles y me dijo "no entiendo ni palote-estaba en inglés- pero me tinca que te van a interesar". Y me los dejó. Empecé a hojearlos... y sentí como un verdadero milagro, me llené de energía, de mucha disposición, porque lo experimenté como un llamado a mi persona y empecé a buscar la manera de propagar eso. Porque era importante y urgente. Mi amiga Malú Sierra, la periodista, estaba cerca de mí y me propuso hacerme una serie de entrevistas, desde entonces me llamaron diariamente cuatro, cinco, seis personas, interesadas en el movimiento. La idea fundamental de los creadores de la Iniciativa Planetaria, es la del número crítico, o sea, el hecho de que si se junta un número suficientemente grande de seres humanos que piensen en lo mismo, que tengan el mismo propósito, que deseen lo mismo, este deseo se cumple.
Un biólogo, que pertenece a esos biólogos que piensan, cuyo nombre es Lyall Watson, hizo un experimento con monos de unas islas cercanas al Japón. Todas estas islas están habitadas por monos mansos y sometidos de vez en cuando a experimentos.
En una de esas islas, el biólogo Watson cambió el alimento habitual por papas dulces recién sacadas del suelo y las cubrió de greda. Los monos, por supuesto, las rechazaron. Después de algunos días, una mona que Watson llamó "genio de los monos" bajó al río y lavó las papas, lo cual Watson interpretó como "acontecimiento cultural inaudito" para el mono, sólo comparable con el invento de la rueda por la especie humana. Muy luego, Imo, así se llamaba la mona genial, enseñó el truco a su madre y a un grupito de compañeros de juego. En un determinado momento de la experiencia muchos monos sabían lavar papas. Se fueron integrando otros con el tiempo, hasta que, un buen día, se sumó un mono que cumplió con algo así como el número crítico. Y aquí está la clave del asunto. Porque cuando este mono fue a lavar las papas todos los demás monos las lavaron. Todos los habitantes de la isla lavaban sus papas. Y no sólo eso, porque la información trascendió, saltó por encima del espacio a otra isla y a otra isla y al continente japonés.
He contado esta experiencia porque muestra claramente que hay un número crítico que permite, por vía extra-sensorial, un nuevo aprendizaje y la expansión espontánea de un fenómeno, la expansión espontánea de la conciencia. Y hay un científico llamado Rupert Sheldrake que sostiene que cuando se produce un cambio en el aprendizaje, este cambio permanece aislado durante un tiempo, pero, cuando hay más individuos que aprenden el comportamiento, se forma un campo que se llama "campo morfogenético", el que hace que, repentinamente, en otras partes geográficas, muchas personas aprendan ese determinado comportamiento.
Con base científica, Sheldrake cree poder explicar lo que observan grupos religiosos, en el sentido de que un conjunto de personas que piensan lo mismo producen muy rápidamente en otros un efecto similar, que se difunde con celeridad.
Para nosotros y para todos los que trabajan en la Iniciativa Planetaria mundial, que tiene como tarea urgente parar el peligro nuclear, existe la esperanza de que esta idea positiva se propague. Y rápidamente. Tan rápidamente que incluso llegue a las mentes muy cercanas de esos grupos de psicóticos que tienen el poder en sus manos, que gobiernan la Humanidad y que la tienen al borde de su extinción.
Es nuestra única esperanza. Es lo que se llama el Espíritu Reinante del Tiempo. Si se genera este Espíritu y se propaga, sabemos que es más fuerte que las armas, que no hay armas en contra del Espíritu.
A mí, el pensamiento de Sheldrake me hizo una inmensa impresión y todas las veces en que fallan mis fuerzas, lo que sucede con cierta frecuencia, yo pienso en los campos morfogenéticos y en el poder de esos campos. En ese número crítico que puede operar el cambio rápidamente. Y no sé si a ustedes, pero, a mí, me produce un efecto de esperanza."

Textos aparecidos en la edición del compendio publicado por Iniciativa Planetaria para el mundo que elegimos.
Lola Hoffamann

EL Planeta Amenazado
El hombre, a causa de una conducta insensata respecto de sí mismo y de la naturaleza, ha llegado a montar el aparato gigantesco de una civilización cuyo desarrollo se ha vuelto ya altamente nocivo para la vida. No es necesario argumentar mucho para probar que se ha llegado ya hasta esa etapa en esta gran crisis que nos afecta ,pues, la violencia, la confusión, la degradación de las costumbres y la amenaza de una destrucción total de la vida en el planeta, son ya realidades que todos podemos percibir.
Con todo, no se puede decir aún que la conciencia de la humanidad haya despertado y haya adquirido el grado de sensibilidad e información que se requiere para reaccionar ante la magnitud del peligro que se cierne sobre todos por la devastación brutal de los ecosistemas de la naturaleza y por la posibilidad cada día más cercana de ser todos aniquilados por una súbita e inesperada conflagración atómica.
Hace ya unos 15 a 20 años se escuchó algo semejante a un grito mundial de sorpresa y miedo cuando aparecieron las primeras publicaciones sobre el tema que más tarde todos conocieron con el nombre de "ecología".
El libro que sobre este tema escribió una mujer de nombre Raquel Carson fue el primer aviso que recibimos de que no vivimos en un mundo tan seguro como creíamos, que algo sucedía con el uso indiscriminado de algunas substancias, como por ejemplo los insecticidas.
Esta publicación fue seguida de muchos otros libros y artículos de prensa, que motivaron un significativo cambio en la actitud pública de muchas personas, sobre todo en los países así llamados "desarrollados".
El principio básico de este cambio se puede resumir brevemente como sigue: Las crisis pueden ser prevenidas con una planificación sabia y una actitud responsable.
Por aquellos tiempos iniciales de la toma de conciencia sobre este problema, surgió un movimiento llamado STOP. Nombre que es una sigla formada por las iniciales de las palabras : "Save tomorrow oppose polution", vale decir: "Salva el mañana, oponte a la polución".
En Chile el eco de este movimiento ha sido insignificante y sólo están informados de él contadas personas.
A fines de la década del 70 cayó en mis manos un libro de Gordon Rattney Taylor. Al leer este libro uno tiene la impresión de que el ser humano está totalmente incosciente del hecho de que la naturaleza no es esa gran madre permisiva en que todos creemos, y que a veces puede vengarse cruelmente cuando se destruyen sus eco-sistemas.
Lo Paterno y Lo Materno
Por el testimonio de la mitología y de la historia antigua, corroborado por todas las investigaciones sobre la vida del pasado de la humanidad, resulta hoy evidente que la relación que hay entre el ser humano y la naturaleza correspondió siempre a la relación que existe entre lo masculino y lo femenino.
Así, cuando los pueblos piensan que son los dueños de la naturaleza, entonces el hombre piensa que es dueño de la mujer.
Cuando la naturaleza es explotada y usada para beneficio del ser humano, los hombres piensan que pueden usar de las mujeres para su propio beneficio.
Si la industria se hubiese desarrollado guiada por seres humanos que en su conjunto hubiesen representado un armonioso complejo de energías masculinas y femeninas, no estaríamos en estos momentos ante el triste espectáculo de un suicidio programado.
Uno se pregunta ¿por qué es necesario despertar al hombre a un nuevo tipo de pensamiento? ¿por qué necesitamos un nuevo espíritu en este tiempo para todo el planeta?
Porque el sistema que nos rige, en todas las latitudes del mundo, carece de fundamentos y principios que sean compatibles con la naturaleza y la dignidad humana. Se impone, en consecuencia tomar conciencia del sistema en que vivimos y funcionamos, pues estamos tan familiarizados con él que nos parece un fenómeno natural. Incluso nos parece que ese sistema es la esencia del ser humano.
El tremendo desastre ecológico de los últimos decenios, la cercana posibilidad de la muerte de la humanidad toda, no ha sido provocada por todos los hombres, sino sólo por aquellos que tienen un efectivo poder sobre la naturaleza y las condiciones de vida de la humanidad. Ni las mujeres ni la juventud piensan de esa manera destructiva y se oponen instintivamente a todo empeño de destrucción.
La destrucción radical la están provocando los varones adultos.
Por la forma como lo están haciendo se podría decir que el varón arruina y destruye hoy en forma compulsiva, pues está afectado por un catastrófico desorden en su esfera instintiva.
Organiza la vida dándole una forma social en la cual sólo él ha de decidir. Todo lo organiza para sí, todo lo controla, como si el mundo le perteneciera, tanto la naturaleza como los pueblos.
Ha creado una cultura en la cual sólo interesa el varón. Así, la ciencia y la política son posibles sólo cuando los varones se relacionan entre sí. Así también, la producción y la guerra no son imaginables sin un sistema de relaciones entre varones. En este sistema a la mujer le está prohibido participar. Se la incluye sólo en forma limitada para servicios económicos, para determinados trabajos, para la producción y para la satisfacción del hombre.
De modo que, a juzgar por los frutos de una larga serie de milenios, se puede concluir que la sociedad patriarcal está concebida de una manera tal que atenta contra la armonía de la sociedad humana.
Se supone que la especie humana existe sobre el planeta desde hace varios millones de años. Contra esa larga residencia en la tierra, el patriarcado, que sólo data de los últimos 7000 años, se reduce a una insignificante parcela del tiempo.

La Explosión Demográfica
En 1850 el número de habitantes del planeta alcanzó a 1000 millones. En 1930 se contabilizaron ya 2000 millones, y sólo 30 años más tarde, o sea, en 1960, se contaron más de 3000 millones. En 1975, es decir, sólo 15 años más tarde, ya habíamos alcanzado los 4000 millones. Se prevé que entre los años 1985/86 se alcanzará la suma de 5000 millones y 6000 millones entre 1993/96. Alrededor del año 2000 contaremos 7000 millones.
Todos tienen tal vez una cierta idea del peligro que representa esta explosión demográfica. Cabe preguntarse ¿por qué los científicos no nos han advertido? Si bien, hemos sido advertidos, resulta que el mundo continúa, a pesar de todo, sorprendentemente poco impresionado.
En lo que se refiere a los eco-sistemas, se observa que el hombre, por su manera de actuar, revela tener una intención manifiesta de destruirlos. Tal es la conclusión a que llega el ecólogo Mont Cole en su artículo "¿Logrará el hombre salvar el mundo?".
Por su parte el científico sueco Lofroth llama la atención sobre las muchas posibilidades existentes hoy de que ocurra una tragedia "global" si los humanos seguimos insistiendo en nuestras incontroladas costumbres.

La Gran Contaminación
Hace ya muchos años que se llamó la atención sobre el hecho de que las múltiples substancias liberadas por los trabajos del hombre, diseminadas por el ambiente, se acumulan, se suman y se potencian mutuamente en sus efectos.
"Creo, dijo el autor de la obra "Science and Survival", que estos efectos pueden resultar mortales para los complejos sistemas de la biosfera", vale decir, para nuestra fuente de oxígeno, lo cual significa que muy pronto este planeta dejará de ser un lugar conveniente para la vida.
Bien puede ser que los científicos no se hayan expresado de una manera detallada y clara para todos, pues la mayoría de nosotros no tenemos idea de lo que es la biosfera. Decenas de miles de años hemos vivido en un mundo que, aparentemente, tenía ilimitadas posibilidades: los árboles cortados la naturaleza los recupera sin nuestra cooperación; por muchas suciedades que echábamos en los ríos, lagos o mares, la naturaleza se encargaba de limpiarlo todo, como asimismo los humos y gases que echábamos al aire.
Pues bien, hoy ya no hay ninguna esperanza cierta de que la naturaleza pueda realizar como antes su labor vital de auto-limpieza.
Con todo, conservamos aún un optimismo primitivo, una fe ingenua y beata, que se vuelve ya claramente "idiotez" en todo lo que se refiere al progreso y a lo que aún creemos ser la inviolabilidad de la naturaleza.
¿A quién se le ocurre pensar que posiblemente muy pronto ya no vamos a tener suficiente aire que respirar, ni suficiente agua que beber?
Las fabricas, los autos, los aviones, por supuesto también las pruebas nucleares, gastan cantidades inmensas de nuestra atmósfera disponible. Pues la tierra, después de todo, es una nave espacial con reservas bastante limitadas para nuestras insaciables expectativas de "progreso" y la capa aprovechable de aire no se eleva sobre el suelo a más de 12 km.
Es la vida vegetal la que ha producido el oxígeno y su cantidad y pureza dependen estrechamente de ésta. El oxígeno no nos llega del cosmos, son las plantas que lo producen.
Cuando la vida vegetal se destruye no hay oxígeno, cuando se destruye el oxígeno, no hay vida.

Los Grandes Pecados Ecológicos
Son pocos los que están informados del hecho de que los grandes lagos europeos están totalmente muertos. El lago de Zurich, el Tegernsee, los bellos lagos del norte de Italia, están todos sin vida a causa de substancias contaminadas introducidas en ellos por las aguas sobrantes de la industria y de las grandes ciudades.
El lago más grande del mundo, el Baikal de Rusia, está también desprovisto de toda vida debido a la proximidad de una gigantesca industria de madera y papel.
Los países europeos se contaminan mutuamente. Así, los holandeses, por ejemplo, que viven cerca de la desembocadura del río Rhin, reciben aguas contaminadas de Alemania. Los suecos se quejan de que los ríos se acidifican por el dióxido de azufre procedente de las industrias de acero de Alemania e Inglaterra, tóxico que es llevado con las lluvias a Suecia.
Los escoceses observan que las truchas que ellos crían en los lagos se mueren cuando su alimento, que consiste en las larvas de cangrejo, proceden del Great Lake City. La razón se halla en la gran cantidad de insecticidas que ensucian las aguas y que es absorbida por dichas larvas, lo que después se deposita en los tejidos de las truchas, causando su muerte.
Cuando se echan pequeñas cantidades de aguas sobrantes en los ríos, el ecosistema logra purificarlas, de modo que 20 km más abajo no quedan ya vestigios de impureza. Pero si se echan grandes cantidades, como ocurre a diario, mueren las bacterias que limpian los ríos, los cuales pierden su capacidad de autopurificarse, aún cuando después se echen sólo pequeñas cantidades de aguas contaminadas. Entonces se dice que el ecosistema ha hecho "colapso".
Para esta trágica variante se ha acuñado el nuevo concepto de "súper polución".
Lo mismo se puede decir para todas las interferencias introducidas por el hombre en el ambiente. Este soporta considerables cantidades de calor, de polvo, soporta que desmonten los bosques, etc. Pero llega al fin el punto en que todo el sistema hace colapso. A este fenómeno preciso es al que se da el nombre de "catástrofe ecológica", el cual puede resultar irreversible.
Lo que alarma hoy a los biólogos no es tanto el cambio físico que experimentan los elementos, sino el colapso de las cadenas biológicas de causas y efectos.
Como ya se ha explicado: toda sociedad cerrada de organismos cuya vida depende de la vida de otros, se llama ecosistema. Son pues, estos ecosistemas, los que colapsan.
Se puede decir que la nave espacial Tierra es un gigantesco ecosistema. No todas sus relaciones internas nos son conocidas.
Pero la advertencia de los científicos tuvo poca resonancia, porque sólo contadas personas saben lo frágil y complicados que son estos ecosistemas. Resulta que hoy lo que antes hemos llamado "súper polución", se ha vuelto un problema mundial.

La Contaminación Del Cuerpo Humano
Las partículas de dióxido de carbono y plomo son llevadas por la atmósfera a increíbles distancias. Sobre la India se encuentra polvo en suspensión hasta 7000 metros de altura. A esta altura se detecta también DDT.
En el cuerpo de los hindúes hay doble cantidad de DDT que el que se detecta en los habitantes de USA, los que, a su vez, tienen doble cantidad que los británicos.
Los insecticidas y otras substancias similares se encuentran repartidas en toda la superficie del planeta y pueden detectarse en los cuerpos de todo el mundo animal, incluso los pingüinos.
El contenido de plomo en el Océano Pacífico y en el aire que hay sobre este océano, ha aumentado considerablemente cuando se comparan los datos actuales con los de la época pre-industrial.
En los riñones de los japoneses se encuentra depositado el cadmio que es una substancia extraordinariamente tóxica.
En todos los mares se encuentran cantidades medibles de radioactividad producida por el hombre.
La humanidad se encuentra en una situación extrema de peligrosidad, pues el hombre (el patriarca) ha olvidado que no está solo. Que es una especie entre millones cuya existencia depende de muchas otras.

El Ataque Indirecto
La destrucción de una especie de la cual depende la vida del hombre (aunque éste lo ignore) puede dañar a los humanos como si éstos fuesen atacados directamente.
Vivimos en un ambiente sumamente complejo constituido por elementos y energías en estrecha y misteriosa interdependencia. La lesión de este ambiente puede dañar directa o indirectamente la vida humana.
En la actualidad la población del mundo se duplica cada 35 años. Es de suponer que el punto crítico ya no está lejos.
¿Podremos resolver estos problemas en el poco tiempo que nos queda para actuar sensatamente?
Se sabe que el 70 por ciento de las reservas de oxígeno de nuestro mundo lo proveen las diatomeas, que son diminutas plantas del mar (el fitoplacton) que constituyen a su vez una fuente importante de alimentación de los peces. Sólo el restante 30 por ciento del oxígeno lo proveen las otras plantas verdes mediante la fotosíntesis, proceso en el cual, el oxígeno es generado como producto accesorio.
En algunas partes de los océanos, la aplicación de inmensas cantidades de insecticida provoca la disolución de éstos en las aguas marinas, y su absorción por parte de la diatomeas, llegando de este modo a los peces.
Los herbicidas, por su parte, son también capaces de eliminar a las diatomeas, lo que ya está provocando consecuencias catastróficas para la producción de oxígeno.
En caso de una guerra, aunque ésta se hiciera con el armamento llamado "convencional", el transporte de substancias tóxicas por una parte y el empeño del enemigo de hundir los barcos transportadores, por otra, representaría un tremendo peligro.
Hoy, gigantescas cantidades de oxígeno son consumidas por cualquier vehículo terrestre o acuático, y sobre todo por aviones. Se calcula que en los tiempos que vivimos por lo menos 3000 aviones a reacción están permanentemente en vuelo, lo que significa una pérdida de oxígeno de 16 millones de toneladas por año. A este dato hay que agregar el aumento constante del movimiento aéreo. Cortamos, sin pensar mucho, grandes bosques para sembrar pasto y cereales, los cuales producen mucho menos oxígeno que los árboles.
Hay miles de procesos en constante actividad que consumen nuestro oxígeno.
Si finalmente el hombre logra acabar con toda especie de vida, el oxígeno, por la ruptura del ecosistema que le es propio, seguiría disminuyendo solo, formando reacciones no biológicas con otros gases y nitratos.
La vida en todas sus manifestaciones sabe mantener por sí misma el ambiente apropiado para el desarrollo de las creaturas. Todo cambio artificial de este ambiente empeora las condiciones vitales.
Son tantas las tremendas e irreflexivas iniciativas del hombre actual encaminadas a la muerte, que es imposible dar siquiera una idea aproximada del desastre que se ha producido en las últimas décadas de este siglo fatal.
Sólo por ilustrar brevemente algunos aspectos adicionales de la catástrofe, antes de llegar al tema principal sobre este particular cual es el de la energía nuclear: los científicos apenas han principiado a conocer bien el proceso de la circulación del aire en la tierra. El gigantesco aumento de la población, la urbanización, la agricultura, todo ese conjunto crea problemas nuevos en ese sentido, y la abusiva conducta del hombre provoca tales alteraciones que ya se están profetizando nuevas edades glaciales; se profetiza la muerte de la tierra por el calor, se profetizan tremendas alteraciones en el equilibrio de grandes poblaciones animales y conjuntos vegetales, causados por mezcla de diferentes especies provenientes de las partes más heterogéneas de la tierra.
Y todos los hombres nos tenemos que contentar con ser mudos testigos de todas estas locuras realizadas por los poderosos.
Es necesario estar informados por ejemplo de que todos los problemas producidos por los parásitos los hemos causado nosotros. Un típico ejemplo de la solidaridad que existe en la naturaleza entre plantas y animales, es el huerto frutal. En él todas las plantas, con excepción de los árboles mismos, se arrancan. Para defenderlos se han usado toda suerte de pesticidas e insecticidas, y se ha evitado mediante cercos la entrada de animales mayores. Con todo, los así llamados "ácaros rojos" se ha vuelto un problema mundial. Huertos no protegidos no conocen este problema. La investigación ha demostrado que el ácaro tiene no menos de 45 enemigos naturales. Todos ellos por supuesto eliminados mediante insecticidas.
Últimamente se trató de reconstruir artificialmente la multiplicidad natural de las especies, pues 150 de ellas han sido eliminadas por el hombre. Es tarde para emprender ya algo a favor de ellas.
Las plantas también están amenazadas, pues, es simplemente una locura permitir la destrucción de variantes genéticas que han sido producidas por la naturaleza en el curso de millones de años.

Grandes Venenos Ambientales
Cada año, cada día, aparecen nuevos venenos ambientales. Sólo en los últimos años se ha llamado la atención sobre la peligrosidad del asbesto. No sólo los trabajadores que laboran en la industria del asbesto se enferman de un cáncer llamado MESOTELIOMA que ataca a la pleura y el peritoneo, enfermedad antes casi desconocida. Ocurre que las balatas y las partes de los cambios de los automóviles recubiertas con asbesto se gastan, diminutas partículas de asbesto se encuentran en el aire de las grandes ciudades a causa de su uso en las mencionadas partes de los vehículos, representando un peligro mortal para la población.
Fuera del DDT, es la dieldrina y otros productos similares los poderosos venenos diseminados hoy por el ambiente, los cuales se acumulan en los tejidos.
Entre estos venenos, el mercurio, merece una mención especial. Metal de alta toxicidad, que es volátil y que se halla diseminado por el aire en cantidades cada vez más grandes. Produce gingivitis, diarrea, graves trastornos psíquicos, tales como angustia, depresión, timidez, irritabilidad, cansancio, somnolencia, dolores de cabeza, llegando a veces hasta las alucinaciones. Los productos residuales de las industrias son los causantes de un nivel muy alto de mercurio en el aire.
En Suecia, donde se usa el metilo de mercurio para desinfectar los granos, hubo una gran mortalidad de aves.
También los peces tienen concentraciones peligrosas de mercurio. Los desperdicios de las fábricas de papel y de cloro contribuyen a envenenar el mar, de manera que el consumo de pescado se ha transformado en un peligro.
En Inglaterra y en Japón el mercurio ha causado problemas por estas razones.
Otro poderoso veneno ambiental es el plomo.
Últimamente la producción mundial de plomo ascendió a 4 millones de toneladas por año, o sea, 40 veces más de lo que hubo en tiempos preindustriales.
Sobre este particular, el mayor peligro lo representa el procedente de los automóviles, pues a la bencina se le agrega tetraetilo de plomo contra los golpes de los motores. A causa de esto se ha demostrado que los habitantes de las ciudades tienen un nivel considerablemente más alto de plomo en la sangre comparado con la gente que vive en los campos. La población de USA está constantemente expuesta a la intoxicación crónica con plomo.
Entre todos estos venenos tal vez el más tóxico sea el cadmio, que produce trastornos renales y del sistema nervioso central.


La Radioactividad
El veneno ambiental más diabólico es la radioactividad. En lo que sigue me remito a algunos datos que extraje de una entrevista hecha a Hellen Caldicott por el editor de una revista norteamericana el año pasado.
En lo que armamento nuclear se refiere, actualmente hay unas 35 naciones que tienen capacidad para producirlo, y se calcula que hacia el año 2000 aproximadamente 100 naciones habrán adquirido tal capacidad.
Durante una visita a la URSS la doctora Caldicott descubrió que la paridad de armamentos nucleares entre las dos superpotencias se hallaba en serios peligros de desequilibrarse. Asimismo pudo informarse de que muy pronto el sistema de alarma de todos los dispositivos estratégicos nucleares será manejado por satélites y computadoras, lo que los dejará fuera del alcance del control directo de los hombres.
En su entrevista la Sra. Caldicott reveló el más grande secreto acerca del peligro que corre actualmente la humanidad por la posibilidad de un error en el funcionamiento de estos sistemas. El secreto concierne a un error cometido por una computadora el 9 de noviembre de 1980. Ese día, un empleado del Pentágono colocó una de las cintas de ataque nuclear en el computador, la cual estaba programada a modo de un ensayo estratégico. Pues bien, el computador, a raíz de un desperfecto en sus conductos interiores tomó el ensayo por un ataque real. Todos los sistemas norteamericanos que controlan el manejo de los mísiles atómicos estuvieron en alerta durante seis minutos. Felizmente no se pudo encontrar oportunamente al presidente de la república a quien compete la responsabilidad de autorizar el ataque nuclear en el séptimo minuto. Dice la doctora Caldicott: "si en 20 minutos todo esto no se hubiese parado, nosotros no estaríamos aquí en estos momentos..."
Veinte minutos es el tiempo límite para un ataque nuclear de represalia por parte de la URSS; podría haber sido una guerra nuclear a escala total.
La Sra. Caldicott dio a conocer también algunas estadísticas sobre la cantidad de armamento nuclear acumulado. En los años 60, dijo, el entonces secretario de defensa Robert Mac Namara, calculó que 200 a 300 ojivas nucleares serían suficientes para matar a un tercio de la población de ambas superpotencias y destruir los dos tercios de sus industrias.
Hoy las cifras se han elevado a varias decenas de miles de ojivas nucleares. La mayoría son bombas de Hidrógeno, varios miles de veces más poderosas que las bombas de Uranio lanzadas en Hiroshima y Nagasaki.
A bordo de submarinos provistos de tubos lanza mísiles hay hoy, en cada uno de ellos, suficientes bombas como para destruir todas las grandes ciudades del hemisferio Norte.
Con el ritmo que lleva la producción de bombas de Hidrógeno (3 a 10 bombas diarias) ambas superpotencias disponen de un poder suficiente para exterminar toda forma de vida del mundo y destruir 30 o 40 veces la población de ambas superpotencias.
Una guerra nuclear toma 2 horas en constituirse. Si Ud. Vive en un área objetivo -dice la doctora Caldicott- y se las arregla para refugiarse en un sótano antinuclear, no tendría ninguna posibilidad de sobrevivir, porque las tormentas de fuego serían inmensas. Una bomba de 20 megatones equivale a 20millones de toneladas de TNT. Esta bomba crearía una tormenta de fuego de 3000 millas cuadradas. Este fuego utilizaría todo el oxígeno del aire, de modo que si Ud. Viviese en un refugio se asfixiaría. Tampoco Ud. Desearía sobrevivir.
Si vive en un área rural y dispone de tiempo para introducirse en un refugio, no podría salir de él por espacio de dos semanas, porque los isótopos radioactivos de corta vida, son tan intensamente
radioactivos que la muerte sería instantánea.
Si Ud. Sale al exterior, después de dos semanas, desde el punto de vista psiquiátrico, Ud. Sería ya un psicópata declarado.
Es interesante, y macabro a la vez, el hecho de que el Manual de Defensa Civil del Pentágono recomiende enterrar velozmente a los millones de muertos en putrefacción, antes de que las enfermedades se declaren con una virulencia que sería imposible controlar.
Se sabe que en un hábitat radioactivo las bacterias y los virus se multiplican y se mutan hacia formas más virulentas.
Ud. Puede, en fin, dejar correr su imaginación un poco y tendrá una visión de la tierra, después de varias generaciones, habitadas por humanoides errantes irreconocibles para los seres humanos.

La Esperanza
La doctora Caldicott, interrogada acerca de si existe una receta para movilizar a la gente a fin de que comience a trabajar efectivamente para evitar la guerra nuclear, contestó: "Existe una tremenda porción de la humanidad con coherencia para entrar en acción: las mujeres. Nosotras tenemos un desarrollado instinto de crianza. Creo que si nos movilizamos, lograremos salvar la tierra, pero no disponemos de mucho tiempo. No se trata de un mero postulado feminista, las mujeres no tenemos necesidad de volvernos feministas para comprender que nuestros hijos quizás no sobrevivan al año dos mil si se dejan pasar los próximos 5 o 10 años sin hacer nada al respecto.
Ahora las mujeres debemos ponernos en movimiento, o todos seremos aniquilados en un tiempo que tal vez no está ya muy lejos.
La señora Caldicott propone también que los grupos ecológicos y antinucleares tomen el problema de la carrera armamentista como parte de sus programas de trabajo, sin abandonar sus respectivos proyectos.
A la pregunta ¿a què prácticas espirituales recurre Ud. para nutrirse a sí misma? La señora Caldicott respondió: "Hago meditación diariamente y también hago oración, y ello me ayuda mucho. Recibo mucha fuerza de estas prácticas. Hace dos años que yo era atea. Ahora se que existe una fuerza superior a la cual recurrir, y eso me ayuda mucho por cierto".
A juzgar por lo que dice la señora Caldicott y los planteamientos con que di comienzo a este escrito, podrían Uds. concluir que yo cifro toda mi esperanza en las mujeres. Para aclarar este punto haré notar que las denominaciones "seres humanos" y "patriarcas" empleadas en párrafos anteriores, corresponden a una clasificación de la especie humana en dos categorías, siendo los últimos esos hombres que actualmente tienen todo el poder en sus manos. Pues bien, ellos, junto a sus mujeres totalmente corrompidas por el sistema milenario del patriarcado, carecen de todo lo que podríamos llamar "espiritualidad". Con todo, nadie en estos momentos, se puede dar el lujo de ser pesimista, o sea, cómodo. Hay que abrir los ojos, leer, escuchar, para darse cuenta, para entender que, paso a paso, los seres humanos comienzan a observar que el espíritu y los procesos de la naturaleza andan de la mano y que la integridad de la tierra es una necesidad dictada por la ética. Ya se advierte la presencia de un nuevo espíritu que principia a guiar las opciones y acciones de millones de hombres en el mundo.
Ya nos hemos dado cuenta, la mayoría de nosotros, de que ningún político jamás ha sido capaz de comprender la enormidad de la crisis que nos amenaza. Ningún gobierno, sea de derecha., de izquierda o de centro ha podido solucionar los problemas que plantean la lucha fraticida, el agotamiento de los recursos naturales, el envenenamiento progresivo de todo el planeta, y sobre todo, la amenaza nuclear.
¿Qué hacer?
En estos momentos resuenan en mis oídos las primeras palabras del poema "Patmos" de Hölderlin: "Aunque cercano esté Dios, difícil es de aprenhender. Pero donde hay peligro, se acrecienta la fuerza salvadora".
¡Quiero tener fe y la tengo!
La mejor noticia que se puede dar sobre el estado actual de la gran crisis del mundo, es que ya se ha producido la "cifra crítica" de la conciencia masiva de la humanidad. Vale decir, la porción de seres humanos, cuya cantidad, respecto del todo, es suficientemente grande y concentrada como para desencadenar la toma de conciencia de la gran masa de la población mundial, fenómeno que se observa día a día. Vale decir, enormes masas de gente que ya han entendido, pero que aún permanecen perplejas y desorientadas.
Pues bien, la orientación de todas esas personas es el trabajo inmediato que se presenta ante nosotros, junto al perfeccionamiento de nosotros mismos.

Masa Crítica
Una sorprendente idea ha sido introducida por el científico inglés Rupert Sheldrake, idea que pronto va a revolucionar muchos de nuestros conceptos fundamentales acerca de la naturaleza y la ciencia.
En junio del año pasado lanzó la hipótesis de que el universo no está funcionando de acuerdo a "leyes inmutables" sino más bien a modelos de hábitos creados por la repetición de ciertos sucesos en el tiempo.
Rupert Sheldrake propone en su libro "Una nueva ciencia de la vida" que todos los sistemas se regulan no por factores materiales o mediante energías conocidas sino que también por campos organizadores invisibles. Estos campos no tienen energía y sin embargo desempeñan un rol de producción de formas. Funcionan como si fuesen modelos para la forma y el comportamiento.
Según esta hipótesis sucede lo siguiente: todas las veces que un miembro de una especie aprende un comportamiento nuevo, cambia el campo productor para la especie. Este cambio es, al principio, apenas perceptible, pero si el comportamiento se repite durante cierto lapso de tiempo, su "resonancia mórfica" afecta a la especie entera. La matriz invisible es un "campo morfogenético". Así por ejemplo, todas las veces que se genera un átomo, una molécula u otra "unidad mórfica", esta produce primero un "campo morfogenético" que regula todas las posteriores unidades del mismo tipo.
La influencia del "campo morfogenético" produce un efecto remoto tanto en el espacio como en el tiempo. Aparentemente la forma no está determinada por las leyes físicas fuera del tiempo, sino depende de la "resonancia mórfica" a través del tiempo.
Según Sheldrake esta nueva manera de pensar nos lleva a un territorio para el cual no existe todavía un mapa. Parece ser la única esperanza para una nueva comprensión científica de la forma y organización en general y de los organismos vivos en particular.
Muchos campos morfogenéticos se hallan tan sólidamente establecidos que ya no experimentan cambios. Así, por ejemplo, el primer átomo de hidrógeno ha sido la causa para que todos los subsiguientes átomos adoptasen la misma forma de comportamiento.
La evolución nos muestra la formación de nuevos campos morfogenéticos. El aparato genético, por ejemplo, se puede concebir como el mecanismo físico que recibe la información del campo morfogenético, en forma comparable a como recibe un aparato de radio o de televisión las señales invisibles.
La hipótesis explica muchos fenómenos enigmáticos en la investigación científica cuando ocurre un cambio en una unidad y sus efectos se trasladan vía los respectivos campos morfogenéticos a todos los campos existentes y a los que existirán en el futuro.
Ya que el sistema nervioso también está gobernado por campos morfogenéticos, la hipótesis de Sheldrake tiene poderosas implicaciones para la teoría del aprendizaje.
Así, por ejemplo, se podría postular que si un número de ratas aprende a cumplir una tarea nunca antes realizada por ratas, entonces otras ratas en cualquier parte del mundo deberían aprender la tarea más fácilmente y en ausencia de cualquier tipo de conexión física o de comunicación.
En realidad, existe evidencia de que ocurre esta resonancia del aprendizaje. Ya en 1920, el fisiólogo McDougall encontró que generaciones sucesivas de ratas aprendieron a escapar de un laberinto especialmente diseñado más rápidamente que la primera generación. Incluso cuando las ratas procedían de crías de ratas con aprendizaje particularmente lento, persistía el efecto.
La aparición de un campo promotor apropiado puede ser facilitada por la resonancia mórfica procedente de animales o personas similares, o bien puede surgir un campo totalmente nuevo, no sólo por primera vez en la historia de un individuo, sino por primera vez en el mundo.
Sheldrake comenta la teoría de Jung del Iconsciente Colectivo. Si los recuerdos no se limitan a un almacenamiento en el cerebro físico, sino que nos llegan a través de "resonancia mórfica", la experiencia acumulativa de la humanidad bien podría incluir los arquetipos descritos por Jung.
La ciencia no necesita tampoco negar la posibilidad de la ocurrencia de fenómenos paranormales, ya que éstos pueden ser, en parte, explicables con la "resonancia mórfica".
Un apoyo adicional de la teoría de Sheldrake se encuentra en el libro de Lyall Watson (Lifetide: The Niology of Consciousness). En este libro Watson relata el sorprendente suceso que pudo observar en una colonia de monos en una isla cercana al Japón. Cuando cambió el alimento de los animales a papas recién sacadas de la tierra, cubiertas de arena y greda, los monos las rechazaron.
Después de cierto tiempo, una mona de 18 meses, llamada Imo, una especie de genio simiesco, resolvió el problema llevando las papas al río y lavándolas antes de comerlas.
Para el mono esto representa una revolución cultural solo comparable al invento, por el hombre, de la rueda.
Imo enseñó a su madre el nuevo comportamiento y a continuación a sus compañeros de juego los que, a su vez lo comunicaron a sus respectivas madres. Muy luego, todos los monos juveniles lavaban papas, pero los únicos adultos que aprendieron el truco fueron aquellos enseñados por sus hijos. Este estado del aprendizaje se mantuvo inalterado durante cierto lapso de tiempo. Pero de repente el comportamiento mostró una clara tendencia a universalizarse.
Watson se imagina el proceso de la siguiente manera: en el grupo de los animales rehacios al aprendizaje algunos lograron poco a poco aprender el truco. El mono necesario para cumplir algo así como el número crítico aparentemente llevó este número por encima de una especie de umbral empujándolo a través de algo que se podría llamar "masa crítica". Este mismo día casi toda la colonia lavaba papas.
Pero, más aún: el hábito aparentemente saltó por encima de las barreras naturales y apareció en otras islas e incluso en Takasakiyama, en el Japón.
Watson supone la existencia de mecanismos en la evolución distintos a aquellos gobernados por la selección natural. El fenómeno observado por él puede explicar la manera de cómo algunos elementos mnésticos, ideas y costumbres se propagan por toda nuestra cultura. "Es posible" dice Watson "que si un número suficientemente grande, entre nosotros, cree que algo es cierto, esto se torne en verdad para todo el mundo".
La noción de "campos morfogenéticos" será particularmente bienvenida para los que creen en el efecto acumulativo de una idea sostenida por un número grande de individuos.

1 comentario:

Karin dijo...

Lola fue una gran mujer, innovadora, creativa, encantadora....eso supe a través de su hermano Constantino, que conocí al año siguiente que Lola había fallecido. Constantino fue un gran amigo para mí, a pesar de la gran diferencia de edad, un hombre culto, cariñoso, generoso y muy pero muy inteligente. Lo extraño!.